La tarde se avecinaba intensa, con mi hermano y servidor, quedando en torno a las 6 y 30 para ir hacia el Calderón, llegamos sobre las 7 y 15 a Puerta de Toledo, para desde allí bajar hasta el lugar de reunión habitual, el parque situado en Paseo de Pontones, junto al puente, pero cual fue nuestra sorpresa que estaba rodeado de agentes antidisturbios, supongo que para evitar los incidentes al paso de los radicales madridistas. Así que tuvimos que cambiar de emplazamiento, y fuimos al callejón del otro lado del Calderón, donde ya había ambiente, con colchoneros tirando petardos y entonando cánticos.
En este ambiente extraordinario que rodea al Calderón en las grandes citas, nos encontramos con otros dos colegas atléticos, con quienes después de tomarnos algo, nos dispusimos a entrar al campo, en torno a las 9 y 30. Ya dentro del estadio, disfrutamos en un ambiente de gala y tuvimos el placer de sujetar una de esas cartulinas, que dan forma al tifo, que en cada derby da color al Calderón.