Antes de volvernos a Madrid íbamos a ver por última vez la Piazza San Marco, eso sí en la foto que decoraba la pared de nuestra habitación. Para las 8 de la mañana ya estábamos dejando esa Eco BB Venice en dirección al aeropuerto de Marcopolo, donde teníamos que dejar el Fiat Panda que nos había acompañado a lo largo de estos 11 días.
Así que sinceramente y de todo corazón yo les recomiendo esta casa, ya que llegas, dejas tu coche allí y te despreocupas de él, y te vas en autobús a ver la ciudad de Venecia por un módico precio, muchísimo menor que si tienes que coger alojamiento en la propia ciudad de los canales además de más cómodo por no ir cargando con maletas.