Y llegaba el domingo, día de cumplir uno de mis sueños y vivir un partido de la Bundesliga en directo, ya que como algunos sabrán ya soy un gran aficionado tanto al fútbol español como al internacional.
Ya la cosa pintaba bien desde el parking, cuando tras haber tomado un sandwich y unas cervecitas junto al coche, según te diriges hacia el estadio te encuentras estos dos coches tuneados con colores y emblemas del Schalke, cosa bastante impensable en España.