El Atlético llegaba al Calderón tras la debacle de Getafe, y el parón sufrido por los compromisos de selecciones. Manzano veía peligrar otra vez su cómodo asiento en el club de la ribera del Manzanares, y además para este partido tenía las bajas de dos titulares habituales como Gabi o Godín. Así que era un partido de los que había que ganar sí o sí, para no volver a caer en otra dinámica negativa, tan habitual últimamente en el club colchonero.
La verdad que era un domingo raro, con un Estudiantes-Baskonia a las 18h que me impidió ver los 4 primeros minutos del partido, y eso que salí bastante antes de que acabará el partido en el Palacio de los Deportes. El Atlético empezaba dominando y teniendo la posesión, e incluso gozo de una ocasión que no llegue a ver.