El Estudiantes llegaba a San Pablo sin haber ganado un partido fuera en las 3 anteriores visitas a domicilio, y esto iba a continuar así durante otra jornada más, ya que si la temporada pasada los sevillanos no se jugaban nada y acabaron con nuestras opciones de play-offs, este año estando al comienzo de temporada, no iban a dejar escapar fácilmente una victoria de San Pablo.
El viaje demente de la pasada campaña fue de esos históricos con 32 horas de duración y avería del autocar incluida, pero esta vez por lo que me han contado tampoco fue un viaje tranquilo ya que a los desplazados les paro la Guardia Civil. Yo la verdad que pocas ganas tenía de darme un palizón de 6 horas de viaje, para ver a este equipo que no transmite nada de confianza, y en el que el único misterio de los partidos fuera de casa es saber cuánto valorará en negativo Antoine Wright.
