Bueno hay que decir que lo primero de todo es que estoy escribiendo esto después de unas 50 horas sin dormir, con las únicas excepciones de las semi cabezadas en el bus demente, así que como ya pueden adelantar el viaje a Sevilla, será uno de esos viajes condenados a pasar a la historia, a ser contado como historieta del viejo abuelo cebolleta, vamos simplificando MÍTICO.
La cosa hay que decir que ya empezaba mal, con la victoria del Trampa$ en la final de la Copa del Rey, con los consiguientes vikingos que tuvimos que aguantar en nuestro camino hacia el Magariños, desde dónde habría de partir el bus hacia Sevilla hacia las 3 de la mañana.