La jornada empezaba pronto como siempre, aunque esta vez sin ser tan madrugadores, ya que no son muchos los kilómetros que separan Hamburgo de Hannover. Tras desayunar dejamos el hotel, con dirección hacia Celle, un pueblo pequeño que habría de ser la primera parada del día.
Como pueden ver, aquí también había esas típicas casas de madera que ya habíamos visto el día anterior en Hameln, eso sí el pueblo estaba un tanto desierto aún a las 10 y media de la mañana. Aquí también es bonito el castillo de la imagen de abajo, pero creo que lo que hace a este pueblo especial son sus casas.