Empezábamos el día desayunando los bollos, las tostadas junto con leche, que el día anterior se encargan de dejarte en la habitación los dueños de la Eco BB Venice, cosa que me parece perfecta ya que así cada uno desayuna a la hora que le venga en gana. Nosotros a las 8 y media pasadas ya estábamos cogiendo el autobús número 4 que al igual que el día anterior nos iba a llevar hasta la Piazza de Roma. Desde allí ya en vaporetto íbamos a ir hasta la Piazza San Marco, para subir a la impresionante Cripta de los Caballos dentro de la Basílica de San Marco.
Os puedo asegurar que si merece la pena pagar por verla, además para ahorraros la fila podéis dejar una mochilla en la taquilla que está al norte de la basílica, y ya con la ficha que te dan allí entrar directamente a ver esa Cripta de los Caballos.
Desde la terraza de esta Cripta también se puede ver la Piazza San Marco desde arriba como se observa en la siguiente foto.
Aunque la vista más bonita es esta, con el Palacio Ducal a la izquierda y el Gran Canal al fondo intuyéndose la presencia de la Basílica de San Giorgio Maggiore al fondo a la izquierda.
Nosotros decidimos no pagar por ver la Pala de Oro, así que tras visitar el interior de la basílica, volvimos a la Piazza junto al Campanile de San Marco, al que no subimos ya que por la tarde íbamos a subir al Campanile de San Giorggio, más barato y con mejores vistas.
La siguiente visita iba a ser al Palacio Ducal, símbolo de la gloria y el poder de Venecia en la antigüedad. El palacio de estilo gótico fue residencia de los dux, sede del gobierno y de la corte de justicia y prisión de la República de Venecia.
El Palacio Ducale tienes salas impresionantes con techos preciosos como este de la imagen, en el que se puede apreciar la gran riqueza que poseían los dux de Venecia.
Desde el Palacio Ducal también se puede observar el Gran Canal a cuyo margen se encuentran infinidad de numerosos edificios con gran valor arquitectónico. Además se puede ver al fondo el Lido, parte continental de Venecia.
Desde el Puente de los Suspiros dentro de esta prisión de la República de Venecia, las vistas también son extraordinarias con el Gran Canal y San Giorgio Maggiore al fondo.
En ese embarcadero junto a la plaza de San Marco, íbamos a coger el vaporetto en dirección a Murano Faro, para allí bajarnos y cambiar de vaporetto para llegar finalmente al precioso pueblo de pescadores de Burano. Les dejo la página de los vaporettos de la ACTV aquí por si quieren consultar recorridos.
Burano es un pueblo pequeño pero precioso con cada casa pintada de un color dando un colorido inolvidable a las fotos.
En la foto de abajo servidor con uno de los canales que recorren el pueblo, y en el que como pueden ver están amarrados pequeños botes de pesca.
Y aunque el pueblo está bien para pasar un buen rato paseando por sus calles, al ser un pueblo tan turístico se llena de visitantes con los que los restaurantes intentan hacer negocio, así que yo les aconsejo ir a verlo y volver a la isla de Venecia a comer.
Nosotros concretamente nos paramos en el barrio del Canareggio, que posiblemente sea el barrio más auténticamente veneciano, y en el que vivieron entre otros Tiziano, Marco Polo o Tintoretto. Por sus calles te encuentras pequeñas tiendas de ultramarinos, panaderías y comercios propios de gente que
reside y hace vida en su barrio. Lo mejor de todo es que te encuentras muy pocos turistas, y puedes disfrutar más plenamente de la ciudad.
Seguimos nuestro paseo por el barrio del Ghetto, antiguo barrio judío de Venecia que dio nombre a todas las juderías del mundo y por extensión a cualquier zona habitada por una comunidad a la que se le obligó a vivir separada del resto de los habitantes de la ciudad. En este caso concreto a los judíos se les obligó en 1516 a vivir aislados del resto de la población veneciana mediante anchos canales como el de la imagen de arriba, y que hacían que en esa época la única manera de salir del Ghetto fuese por una de las dos compuertas vigiladas por cristianos.
A los
judíos se les permitía salir de Ghetto durante el día, pero debían
llevar una insignia y un birrete para identificarse, además sólo podían trabajar como comerciantes de telas, prestamistas o
médicos. El carácter tolerante de los venecianos atrajo a numerosos sefardíes falsamente renegados que aquí retomaron sus cultos, y así de esta manera aumentó la población judía en el barrio, y tuvieron que crear el Ghetto Nuevo, que junto al Ghetto Vecchio daba hogar a los judíos de Venecia en el siglo XVI..
El barrio del Ghetto aún conserva todas sus características originarias, y continúa en la actualidad siendo un lugar tranquilo ya que no es demasiado conocido por los turistas. Aunque hay que decir que de los 500 judíos que viven en Venecia sólo 33 viven dentro
del ghetto, que sin haber perdido su identidad, sí acoge ahora una variedad de culturas y religiones.
Tras comer en el barrio del Canareggio, fuimos a ver otro de los puentes que aún no habíamos cruzado, el Puente de los Descalzos o Ponte degli Scalzi, ya que se encuentra junto a la Iglesia de los Descalzos precisamente. También se le conoce como Puente de la Estación, ya que por ese puente se pasa del barrio de San Croce a la estación de trenes de Venezia Santa Lucia.
Justamente en la estación cogimos un vaporetto que nos llevaría por el Gran Canal hasta el embarcadero de la Piazza San Marco. Este vaporetto que como pueden observar abajo no era de los normales, era el Vaporetto del Arte. Para poderlo usar había que pagar 8 euros más que el Venice Connected para todo un día, pero la verdad que mereció la pena, sólo por ir sentado en esos cómodos asientos prácticamente solo en el vaporetto disfrutando del Gran Canal mientras ibas escuchando por los auriculares como te iban contando la historia de los edificios por los que ibas pasando.
Tras comer en el barrio del Canareggio, fuimos a ver otro de los puentes que aún no habíamos cruzado, el Puente de los Descalzos o Ponte degli Scalzi, ya que se encuentra junto a la Iglesia de los Descalzos precisamente. También se le conoce como Puente de la Estación, ya que por ese puente se pasa del barrio de San Croce a la estación de trenes de Venezia Santa Lucia.
Justamente en la estación cogimos un vaporetto que nos llevaría por el Gran Canal hasta el embarcadero de la Piazza San Marco. Este vaporetto que como pueden observar abajo no era de los normales, era el Vaporetto del Arte. Para poderlo usar había que pagar 8 euros más que el Venice Connected para todo un día, pero la verdad que mereció la pena, sólo por ir sentado en esos cómodos asientos prácticamente solo en el vaporetto disfrutando del Gran Canal mientras ibas escuchando por los auriculares como te iban contando la historia de los edificios por los que ibas pasando.
Si están interesados les dejo la página web aquí para que lo puedan mirar. Así que nosotros íbamos a ir hasta San Giorgio para ver la basílica, pero en nuestro camino pasamos en el vaporetto junto a la Basílica de Santa María della Salute mientras entraba a Venecia uno de esos cruceros que llegan a esta ciudad a diario, pero que no por ello dejan de ser impresionantes.
En la foto de abajo se ve el crucero junto con la Basílica de San Giorgio Maggiore al fondo, precisamente a donde nos dirigíamos.
Esta foto con un vaporetto homólogo al que íbamos con el Campanile de San Marco al fondo.
Tras ver en interior de la Basílica de San Giorgio Maggiore, subimos a su Campanile, que quizás no sea tan famoso como el de San Marco, pero quizás tenga mejores vistas además de ser más económico.
Desde arriba se ven unas preciosas vistas de la Piazza San Marco, de la Basílica de San Marco y de su mencionado Campanile, además de verse el gótico Palazzo Ducale.
En otra orientación de la torre, también se aprecia el Gran Canal y el canal de la Giudecca rodeando a la Basílica de Santa María della Salute.
El claustro de San Giorgio Maggiore en la isla de San Giorgio junto con la isla de la Giudecca y el canal de mismo nombre que esta isla que separa el barrio de Dorsoduro.
No por ser habitual deja de ser impresionante ver un crucero pasar junto a la Piazza San Marco dejándola muy pequeña como en la imagen de abajo.
Llámenme enamorado de los barcos, pero cada crucero me parece un magnífico invento, una obra de arte impresionante. Hasta ahora sólo he tenido el placer de ver el interior del Hurtigruten cuando estuve en Noruega, pero otro must en mi lista es el hacer un crucero a poder ser por el Adriático.
Como era época de la Mostra Internazionale de Venezia, aprovechamos para coger el vaporetto dell´Arte e ir hasta el embarcadero de Giardini (Biennale), y ver el barrio de Castello. Tras ver los jardines de la Biennale de Venecia, seguimos hasta la zona de Arsenale, con esta compuerta que da acceso a un canal por el que se accede a la Dársena Grande del astillero del Arsenale.
Continuando nuestro paseo por este barrio de Castello viendo algunos rincones muy bonitos, volvimos hasta el embarcadero de San Marco, desde donde cogimos de nuevo el vaporetto del Arte en la otra dirección, es decir hacia Ferrovia. En la foto de abajo el puente de la Academia con la Basílica de Santa María della Salute al fondo.
Otra foto de ese Gran Canal con un taxi acuático llevando a algunos turistas a su hotel, mientras otros disfrutan de un paseo en góndola. Yo desde mi cómodo asiento en el vaporetto dell´Arte iba grabando todo nuestro paseo por este Canal Grande.
Tras dejar el Palazzo Grazzi a nuestra derecha, también dejamos atrás el Puente de Rialto como se observa en la foto de abajo con infinidad de góndolas amarradas en la parte izquierda de la foto.
Tras seguir nuestra ruta por el Canal Grande dejando a derecha e izquierda, iglesias, hoteles, palacios como el de Ca D´Oro o el de Ca´Rezzonico o el mismísimo Casino llegamos al puente de los Descalzos tras el cual nos bajamos en Ferrovia.
Tras cruzar el último puente que nos faltaba, el de la Constitución construido por Calatrava, y hacernos en él algunas fotos, fuimos andando junto al Palazzo Labia pasando el puente delle Guglie hasta el embarcadero de San Marcuola Casino. Allí queríamos coger la línea 2 que nos sacase por última vez a través del Canal Grande hasta el canal de la Giudecca para ver la puesta de sol sobre Venecia, pero como nos equivocamos tuvimos que trasbordar en San Marco-San Zaccaria.
Ya desde allí íbamos a coger otro vaporetto número 2 que efectivamente nos sacó al canal que separa el barrio de Dorsoduro. Ya por este canal pasando por Zitelle nos íbamos a despedir de la Basílica de Santa María della Salute y de la Piazza de San Marco mientras nos dirigíamos hacia la Piazza de Roma, donde habríamos de coger el autobús que nos iba a llevar a Mestre.
En nuestro último paseo en vaporetto aún pudimos ver de noche iluminada la Iglesia de Santa María del Rosario, pasar junto al puerto de Venecia dónde se amarran los grandes cargueros, o pasar por la Isola Nueva antes de llegar al embarcadero de Piazza Le Roma donde nos bajaríamos.
Esto había sido todo en la ciudad de Venecia, sólo estuve día y medio pero creo que bien aprovechado, así que sólo faltaba coger ese autobús número 4 que nos habría de llevar a nuestra casa ecológica, pero antes una última foto en esos preciosos canales que hacen de Venecia una ciudad a la que volvería encantado.
Así que para antes de las 10 y media ya estábamos descansando para madrugar al día siguiente para coger al día siguiente el avión en el Aeropuerto Internacional de Marco Polo. En mi próxima entrada les dejaré mi resumen del viaje y un plano con el recorrido que hicimos. FELIZ NAVIDAD!!
0 comentarios:
Publicar un comentario