Italia 2012: Día 9 Lago di Garda-Verona-Padova-Venecia

Tras muchos días sin escribir el final de mi viaje a Italia, les quiero contar el viaje que nos habría de llevar de Peschiera di Garda hasta la inolvidable Venecia. Ese día tras levantarnos, íbamos a acercarnos hasta el centro de Peschiera di Garda, pueblo cercano a nuestro hotel Rivus Garda por el que habíamos pasado el día anterior, pero en el que no paramos.

Lo más bonito de Peschiera di Garda es su fortaleza y el estar junto al gran lago pero como el día salió brumoso poco se pudo ver del Lago di Garda. Eso sí, un paseíto por el paseo marítimo de la imagen de arriba con un buen día es muy recomendable.

Desde este pueblo de menos de 10.000 habitantes se puede ver en el lado este del Lago los pueblos de Garda o Bardolino, que vimos el día anterior, pero la bruma no lo permitía en demasía.

Desde Peschiera fuimos a la cercana ciudad de Verona, ya que todos estos pueblos pertenecían ya a la provincia de Verona. Allí la primera parada fue el campo de fútbol, el Stadio Marc Antonio Bentegodi.

Este Stadio Bentegodi es el campo donde juega el Hellas Verona FC, equipo que quedó en cuarta posición en la última serie B italiana, y que hace 28 años que no está en la máxima categoría, además del Chievo Verona que lleva en la Serie A desde 2008 continuadamente, así que ya que pasábamos por allí, pues no costaba nada hacer una parada.

Tras aparcar cerca del centro, fuimos hacia la Piazza Bra a ver el anfiteatro por fuera, también conocido como Arena de Verona, conocido por las óperas que se realizan en él durante el Festival de Verona.

Otra parada típica en Verona es la casa de Julieta, palacio de inicios del siglo XII y que perteneció a la familia “Dal Capello”. Por eso se cree que esta casa pertenecía a la familia “Capuletti” de la historia de William Shakespeare “Romeo y Julieta”, ambientada en Verona. Aunque hay que decir que la ventana gótica y el balcón fueron creados solamente a inicios del siglo XX para acrecentar aún más la leyenda.

Desde allí pasando por la Piazza delle Erbe, llegamos a la Piazza del Signori, dónde se encuentra el Palazzo del Comune, la Loggia del Consiglio o el monumento a Dante de la izquierda de la imagen.

También vimos el Duomo de Verona, catedral que se construyó sobre las ruinas de dos iglesias paleocristianas y que fue completamente reconstruida en estilo románico en 1187. 

Para volver al coche pasamos por el Museo Civico di Castelvecchio, antes de coger nuestro Fiat Panda y recorrer los 82 kilómetros que nos separaban de Pádova o Padua como dicen los italianos. La verdad que si no les sobra el tiempo, tampoco es algo imperdible la ciudad de Verona.

La primera parada en Padua iba a ser el Ayuntamiento que está situado en el casco antiguo, concretamente en el Palacio degli Anziani del S.XIII. Está muy cerca del Palazzo della Ragioneque también es digno de ver.

La Basílica de San Antonio de Padua es un templo construido entre los años 1238 y 1310 a partir de la Iglesia de Santa María Madre del Señor, donde se instaló el convento franciscano en el cual fue sepultado San Antonio de Padua, y así se convirtió en lugar de devoción por parte de los católicos. En la plaza de esta basílica también se encuentra el magnífico monumento ecuestre a Gattamelata de Donatello. 

Después fuimos a la plaza de Prato della Valle, plaza de época napoleónica conocida por su amplitud y por el canal que rodea la plaza franqueado por multitud de estatuas.

Antes de irnos de Pádova, aún fuimos a la Piazza del Signori donde destaca el Palazzo del Capitanio con su gran reloj en donde se muestran los meses, días, horas y minutos, así como de la posición del sol, del zodiaco y de la fase lunar, frente a cuya fachada está esa columna con un león con alas vigilando el Palacio.

Ya nos tocaba llegar por fin a Venecia, ciudad a la que tenía muchísimas ganas de ir. Para ello fuimos hasta la casa donde íbamos a pasar las dos siguientes noches, la Eco BB Venice, una casa de Bed and Breakfast situada en el cercano pueblo de Mestre, y donde se puede dejar el coche sin ningún problema, no como si te metes ya en la propia Venecia.

Tras dejar las maletas y el coche en nuestra casa rural o como le quieran llamar, fuimos a comer a un restaurante cercano una maravilla de pasta y de patatas fritas, acompañados con una Paulaner. Vamos todo un lujo de restaurante, nada turístico pero increíble. Desde el restaurante cogimos el autobús, creo recordar el número 4, que nos llevó a la Venecia propiamente dicha, la fluvial, concretamente a la Piazzale Roma.

Ya desde el primer momento, Venecia te impresiona, vayas hacia la dirección que vayas. Nosotros optamos por ir hacia la Piazza de San Marco pasando por el Giardino Papadopoli. Desde allí pasamos por la Chiesa di San Nicola da Tolentino.

Tras disfrutar de cualquier rincón con canales, que impresiona mucho durante las primeras horas en la gran ciudad de los canales, entramos a visitar la iglesia Santa María Glorioso dei Frari. Aunque para ello había que pagar, se lo recomiendo sin duda por los bonitos cuadros que hay en su interior.

Pero claro los pequeños canales entre casas como el de la foto de arriba, no son nada comparado con el Canal Grande, en el que se ven góndolas, vaporettos y taxis acuáticos por doquier.

Para cruzar el Gran Canal sólo existen 5 puentes, y este era el primero de ellos que íbamos a atravesar. El Ponte di Rialto creo que es el más bonito de todos, ya que además de su construcción de piedra, el centro del puente está lleno de comercios al más puro estilo Ponte Vecchio de Florencia.

Las típicas góndolas venecianas, que bueno si uno quiere darse un capricho siempre pueden coger, y acompañar el viaje incluso con música. Eso sí son caras, así que preparen el bolsillo.

Tras mucho caminar recorriendo calles y cruzando canales, llegamos a la famosa Piazza San Marco. Preciosa por cierto la primera vez que vas, la segunda, la tercera, de día, de noche.... En definitiva uno de esos lugares maravillosos a los que hay que ir una vez en la vida.

Tras pasar junto al Palazzo Ducale al que entraríamos al día siguiente, fuimos junto al Gran Canal atravesando puentes sobre los canales que van a parar al Gran Canal como el de la imagen de más abajo. Cada canal tiene su encanto desde luego.

Aquí con el famoso Puente de los Suspiros al fondo, puente que une el Palazzo Ducale con la prisión de la República de Venecia.

Otro de los 5 puentes es el de la Academia, ya que precisamente conecta la zona cercana a San Marco con la Galería de la Academia, uno de los museos más importantes de Venecia.

Desde este puente de la Academia las vistas sobre el Gran Canal con Santa María della Salute al fondo de la imagen impresionan ya que esta parte del canal es una de las más bonitas a mi gusto.

Tras entrar a la Basílica de Santa María della Salute que antes mencionaba, nos asomamos a la esquina de la Fondamenta Salute, desde donde se obtienen unas bonitas vistas de la Piazza San Marco y del Palazzo Ducale con el Gran Canal bañándolos por delante.

Y de nuevo por el puente de la Academia de vuelta a esa Piazza San Marco para verla esta vez de noche. Aquí con la basílica de San Marcos al fondo.

En esta foto de abajo con la zona porticada y el Museo Arqueológico Nacional al fondo mientras los vendedores ambulantes intentaban vender esas sombrillas fluorescentes que se tiran hacia arriba y bajan iluminadas que estoy seguro que habrán visto alguna vez.

Y antes de volvernos hacia Mestre, la última foto de una Venecia que también es preciosa de noche. También antes de irnos ya dejamos compradas las Venice Connected para el día siguiente poder usar todo lo que quisiéramos el transporte público, ya fuese el autobús ACTV de Venecia a Mestre, o los vaporettos ya por Venecia gestionados por ACTV.

Y tras un día duro de mucho andar, llegamos por fin a descansar a nuestra Eco BB Venice, donde ya tranquilamente nos tomamos un poco de embutido y un vaso de leche antes de irnos a dormir, ya que al día siguiente tocaba de nuevo Venecia pero esta vez en vaporetto con visitas a las islas de Burano y Murano incluidas.