El día tras el problema tras nada más aterrizar con Europcar amanecía temprano, en torno a las 7:45 de la mañana para poder ir a desayunar con César que entraba a trabajar pronto. Así que desde Monvalle fuimos en su coche hasta Ispra a desayunar unos croissants de lujo en una pastelería de allí, sinceramente los mejores que he comido.
Como no teníamos mucho tiempo debido al gran problema ocasionado al quedarnos ese día sin coche, pues pudimos ir a ver el Lago di Como (foto de abajo) poco más de cinco minutos antes de salir hacia una estación de tren cercana en la que César nos dejo a las 9 y 10 tras despedirnos de él, y desde dónde nos cogimos el tren a Milán-Malpensa a las 9 y media para ir a recoger el coche al aeropuerto.
Para las 10:11 estábamos en la terminal 1 de Milán Malpensa para recoger el coche que no habíamos podido recoger la noche anterior a pesar de que así estaba puesto en la reserva. Esta vez sin problemas aunque ya le dijimos a la señorita del mostrador que la noche anterior ambas oficinas estaban "chiuso", vamos cerradas de cal a canto mientras ella nos decía que no sabía nada de eso.
En fin sin duda que la próxima vez desde luego que nos lo pensaremos más antes de volver a contratar un servicio con Europcar. Así que antes de las 10 y media ya estábamos montados en el coche con dirección a Milán, concretamente a San Siro.
La verdad que es un estadio que impresiona bastante con esas torres laterales para ascender hasta arriba, cosa de lo más normal en un estadio tan alto como este, que recuerda en buena parte al Santiago Bernabéu.
Y tras que mi hermano se hubiese comprado una bufanda del Inter, y yo me hubiese quedado sin una decente del Milán, ya que esa tarde jugaba el Inter contra el Vaslui la previa de la Europa League, y todos los puestos vendían solo cosas del Inter lógicamente, fuimos rumbo a Porta Garibaldi donde aparcamos nuestro recién recogido Fiat Panda.
Desde allí nos tocó ir al centro andando, lo que fue un paseo de más de 2 kilómetros para ir y otros tantos para volver, pero aunque digan que Milán es bastante fea, a mí la verdad que la Galería Vittorio Emanuele II me enamoró.
Antes de llegar a esta galería habíamos pasado por el Teatro alla Scala de Milán, edificio muy bonito a pesar de que yo creía que era más grande. Así que tras atravesar esta galería comercial donde se reúnen las mejores marcas como pueden ver en la foto de arriba, salimos al otro lado, a la plaza del Duomo.
La verdad que por solo ver San Siro, la galería Vitorio Emanuele II y el Duomo de Milán, ya merece pasar unas horas en Milán como hicimos nosotros aunque sea de paso. Como ya habrán adivinado Duomo significa Catedral en italiano, y la verdad que ésta de estilo gótico es impresionante.
Semejante obra de arte tiene 157 metros de largo y puede albergar 40.000 personas en su
interior, en definitiva enorme. Se la conoce también porque las ventanas mayores del coro son las
mayores del mundo.
Desde luego que no fue un mal comienzo en nuestro tour por iglesias italianas, ya que su nave central con 45 metros de altura es la segunda más alta del mundo lo que unido a los tres magníficos altares de Pellegrini o al presbiterio compuesto por el coro, dos púlpitos con grandes telamones realizados en cobre y bronce y dos grandes órganos la hacen ser una visita casi obligatoria.
Para volver cambiamos de camino, y tras recorrer vía Dante y un poco antes de llegar al castillo Sforzesco, encontramos esta publicidad de Sky Sport muy curiosa con el número de nerazzurros (seguidores del Inter) o de rossoneris (del Milán) que habían votado por Facebook.
Así que una vez cogimos el coche desde Porta Garibaldi nos tocaba poner rumbo a Turín para recorrer esos 146 kilómetros que separan ambas ciudades, pero antes de salir de Milán aún tuvimos tiempo para parar en un Lidl a comprar algo para comer en una parada en el camino, ya que no llegábamos a Turín a comer.
Así que tras hacer una paradita en una vía de servicio en torno a las 3 de la tarde continuamos el camino hacia Turín, a donde primeramente iríamos a ver el Nuevo Delle Alpi o más comúnmente llamado Juventus Stadium.
Se nota que fue inaugurado la temporada pasada (2011/2012) ya que es sin duda uno de los mejores estadios del mundo, a pesar de que no te puedas acercar más a hacer la foto sin entrar al museo, cosa para la que no teníamos tiempo. Así que tras comprar una bufanda para mí de la Juve, mi equipo italiano favorito volvimos a coger el coche hacia la Piazza de San Carlo, cerca de donde aparcamos.
Desde la Piazza de San Carlo (foto de arriba) pasamos por el precioso Palazzo Madama (imagen de abajo) en nuestro camino hacia el Palacio Real.
Casi tiene más encanto el Madama, pero en Palazzo Reale tampoco le tiene mucho que envidiar siendo ambas residencias de la casa real de Saboya y también ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para otra visita a Turín a ver si tengo tiempo para visitar el interior de ambos y de Delle Alpi.
Tras visitar la catedral de San Giovanni Battista, fuimos hacia la
Mole
Antonelliana, principal símbolo arquitectónico de la ciudad de Turín y en cuyo interior se encuentra el Museo Nazionale del Cinema. También se puede subir a lo alto del pináculo para ver la capital piamontesa desde las alturas pero tampoco teníamos tiempo.
Eso sí, no nos podíamos ir de Turín sin visitar el campo del mítico Torino, flamante recién ascendido a la Serie A tras muchos años de penurias. La verdad que este Stadio Grande Torino no dice mucho, pero la historia del Torino a pesar de la refundación en 2005 es historia pura, ya que solo una tragedia como la de Superga impidió a este equipo seguir reinando en Lega y conquistar Europa.
Tras dejar por hoy las visitas deportivas, aún nos separaban 257 kilómetros de Menton, pueblo francés cercano a Mónaco donde habríamos de dormir. Así que tras más de dos horas de media de viaje llegamos a nuestro Etap Hotel Menton a las 20:45 de la tarde tras un día ajetreado.
La habitación estaba muy bien con 4 camas para los 3 así que desde luego que es digno de recomendar. Pero bueno iba siendo hora de cenar, así que tras dejar las maletas nos fuimos por el paseo marítimo a buscar un sitio donde cenar. Al final pizza para mi hermano y para mí, y esta estupenda ensalada de pollo para mi padre.
Tras cenar, aún nos dimos un paseo por el puerto acercándonos a ver la Basílica de San Miguel de noche, que mostraba el siguiente aspecto como se ve en la siguiente foto.
La verdad que aunque Menton no sea Niza, ni su paseo marítimo sea tan famoso como el de Niza, había algunos restaurantes y un sitio de copas con muy buena pinta. En definitiva Menton es una Niza barata y menos cool, pero adonde igual en otra ocasión si volvería.
Ya era hora de irse a dormir tras unas 16 horas en pie y haber dormido poco y mal el día anterior, así que nos volvimos andando ya al hotel que el día siguiente iba a ser un día histórico para el Atleti. En la siguiente entrada Mónaco!
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