Llegaba nuestro segundo día en Portugal, y nuestros pasos se iban a dirigir hacia el precioso Palacio Nacional de Queluz. Para ello a las 8, nada más abrir el comedor, estábamos desayunando para irnos hacia Queluz a ver el Palacio, ya que este abría a las 9.
Como pueden ver, aunque llegamos un poco antes, y nos toco esperar para entrar a verlo, los salones eran preciosos como este de la imagen. El día iba a ser intenso, y por eso nos toco madrugar, y claro pues fuimos los primeros en ver el Palacio.
Aparte del interior del Palacio, con este salón de recepción de la foto de arriba, el exterior del Palacio también era muy bonito con una grandes jardines en los que sobresalían magníficas fuentes.
Esta foro de abajo está hecha por una razón, y quizás los hinchas rojiblancos como los dos atléticos de la foto lo sepan apreciar, ya que esta fuente no es honor que otro, que del Dios Neptuno.
Desde Queluz, nos tocaba ir a ese preciosa y tan famosa ciudad llamada Sintra, y no sin que el querido GPS nos perdiera y tuviéramos que subir unas pendientes de hasta un 20% para llegar al monte de enfrente, llegamos a este Palacio da Pena de la foto.
Este Palacio, dónde vivió la familia real portuguesa es uno de los exponentes del arte romántico portugués, y con su colorido y formas, mezcla de varios estilos, hacen que uno guarde del Palacio un recuerdo inolvidable.
Siguiendo en este Patrimonio de la Humanidad como es la ciudad de Sintra, y ya que habíamos cogido la entrada para visitar el Palacio da Pena y otro monumento más por 14 €, ya que si no eran 11 € por solo el Palacio da Pena, bajamos a ver el Castillo de Mouros, ya que era el otro monumento que habíamos elegido al comprar la entrada combinada.
Aquí se puede ver como desde el Castelo dos Mouros se ve perfectamente el Palacio da Pena, ya que éste está más abajo que el Palacio, aunque las vistas desde arriba de la ciudad de Sintra son bastante parecidas.
No sin antes ver el Palacio Nacional de Sintra y de comer en esta ciudad, nos encaminamos hacia la Playa de la Adraga. Esta preciosa playa que recuerda a las del Algarve, tiene ese precioso arco en la roca de la imagen de abajo.
Después de dar un paseo por la playa y mojarnos los pies, y no sin que la lluvia hiciera acto de presencia, volvimos a coger el coche para ir al punto más occidental de Europa según los portugueses, y éste no es otro que el Cabo da Roca. Las vistas como pueden observar son increíbles, sobre todo para las personas a las que les encante este tipo de acantilados como a mí.
No sin hacer una visita corta a la Playa del Guincho, una playa que haría las delicias de cualquier surfista, ya que estaba llena de ellos, llegamos a la Boca do Inferno.
Y aunque la marea no estaba agitada ese día, y no se hacían esas espectaculares olas que pueden ver en las fotos, la verdad que este extraordinario paraje no me decepcionó.
Aquí con el amigo Carlos, y su camiseta del Betis, en una clara muestra del buen rollo existente entre béticos y colchoneros, tanta que un atlético sea capaz de comprarse su camiseta y lucirla por un país extranjero.
Aunque pasamos por Cascais con el coche, no fue hasta Estoril, cuándo volvimos a hacer otra parada para visitar su tan famoso Casino.
Como nos sobraba mucho tiempo, ya que nuestras mejores previsiones se habían cumplido de sobra, nos dedicamos a dar una vuelta por el paseo marítimo, y a merendar en un dique junto a la bonita playa de Estoril.
Como dato friki, añadir que nos pasamos por el Club de Tenis de Estoril, dónde se disputa el Torneo ATP del mismo nombre, antes de volver hacia Lisboa.
Y así acababa este intenso día, pero no sin otra anécdota, como fue el poner en el GPS un centro comercial de camino al hotel para comprar algo para cenar, y que acabáramos en un hipermercado bastante pequeño de nombre Fonte Nova junto al Estadio Da Luz, estadio al que no pudimos llegar porque no sabíamos cruzar las numerosas carreteras que lo rodean.
Como dato friki, añadir que nos pasamos por el Club de Tenis de Estoril, dónde se disputa el Torneo ATP del mismo nombre, antes de volver hacia Lisboa.
Y así acababa este intenso día, pero no sin otra anécdota, como fue el poner en el GPS un centro comercial de camino al hotel para comprar algo para cenar, y que acabáramos en un hipermercado bastante pequeño de nombre Fonte Nova junto al Estadio Da Luz, estadio al que no pudimos llegar porque no sabíamos cruzar las numerosas carreteras que lo rodean.
Pero bueno decidimos volver al día siguiente de día, y así lo hicimos. Esta visita al Estadio y más cosas en el siguiente día que dedicamos exclusivamente a Lisboa. Un saludo lectores!
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