Empezaba nuestro tercer día en Nueva York, esta vez sin madrugar mucho porque no teníamos prisa la verdad, había que llegar al Madison para el partido pero sin ningún compromiso más por la mañana.
Eso sí, como precisamente de tiempo íbamos sobrados pasamos por la catedral vieja de St Paul, que se encontraba plagada de chinos, al celebrarse justamente una misa en ese idioma.
Esta siguiente foto puede que os parezca un tanto friki, pero a mí me parece increíble ver como se almacenan los coches uno encima del otro para una mayor eficiencia al ocupar menos espacio.
Seguimos nuestro paseo hacia el Madison con gente que nos paraba por la calle para preguntarnos que si íbamos al partido, y decirnos que los Knicks tenían que ganar a Miami.
Como no quiero aburrir a las personas que no estén interesadas en los deportes, les dejo todos los detalles del partido de los Knicks contra Miami aquí. Tras el partido era hora de seguir visitando Nueva York, y como no habíamos pasado aún por Times Square hacia allá que fuimos.
En la foto de arriba la sede del famoso periódico The New York Times, y abajo las fotos de Times Square cuando pasamos por la tarde.
La verdad que impresiona ver este lugar con tantos carteles luminosos de día, pero más impresiona de noche como verán luego.
En este lugar es donde cada fin de año los neoyorkinos celebran el cambio de año al más puro estilo Puerta del Sol, pero en moderno.
Como hasta las 9 de la noche no teníamos la entrada para subir al Top of the Rock, y eran solo las 5 de la tarde, pues nos dedicamos a subir hasta el Upper East Side y pasear por sus calles al más puro estilo de algunas películas o de Gossip Girl.
La verdad que no es tan elitista como te lo pintan en la tele, con algunos edificios de mucho lujo, pero con otros bastantes normales para dentro de la zona en la que están situados. Y ya pusimos rumbo de nuevo hacia la Quinta Avenida para irnos acercando a la Rockefeller Plaza.
Después de una parada de nuevo en el Bryant Park para descansar, volvimos hacia la Grand Central Terminal para cenar en un Mc Donald´s de enfrente, antes de subir a ver las vistas nocturnas de Nueva York.
Y tras mucha espera al tener ya visto todo lo que queríamos ver, para que luego digan que Nueva York no se ve en 4 días, pues llegamos de nuevo al Rockefeller Centre, donde pudimos ver a algún que otro patinador que lo hacía la mar de bien.
Y a las 9:05, hora exacta de nuestros tickets, subimos a lo más alto del Top of the Rock junto con una excursión de colegiales. La verdad que no hay otra palabra para describir lo visto más que AMAZING!
Ver la gran manzana toda iluminada, con sus rascacielos, con Times Square y sus luces parpadeantes, con el puente de Brooklyn al fondo, con su Fifth Avenue iluminada desde las alturas la verdad es que no tiene precio, por mucho que no se llegara a ver Central Park por la oscuridad.
Esta foto desde los 259 metros de altura del Rockefeller Centre con el Chrysler Building de fondo junto con otros skyscrappers, otro de los edificios más altos de New York.
Y la última foto de una visita inolvidable que aconseja que realicéis algún día ya sea de día o de noche como nosotros, porque seguro que de día también es bonito.
Y tras bajar en el rapidísimo ascensor los innumerables pisos que nos separaban de suelo firme, nos encaminamos de nuevo hacia Times Square para ver el ambiente y la iluminación nocturna, y la verdad que impresiona aún más.
En esta foto me pueden ver subido a la grada instalada para contemplar semejante espectáculo de luces con mi camiseta de Lin entre una multitud de gente de turismo o de fiesta.
Y aquí la última foto justo antes de meternos en el metro de 34 St - Penn Station tras un día sin demasiado que ver, pero largo al igual que los anteriores.
Para las 11 de la noche ya estábamos disfrutando de la que iba a ser nuestra última noche en el hotel, aunque al día siguiente tocaba subir al famoso Empire State.
Ya les contaré más aventuras cuando vuelva de hacer el camino de Santiago en bici, así que estos días estaré sin escribir en el blog. Un saludo!
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