El día comenzaba temprano, ya que queríamos aprovechar para ir a Staten Island temprano y ver así al pasar la estatua de la libertad. Para ello fuimos andando desde el hotel junto al Pier 17 en dirección a la Whitehall Terminal Manhattan (South Ferry) dónde habríamos de coger el barco.
De camino nos encontramos una de esas típicas estaciones de bomberos que salían en el GTA, ya que justamente esta zona sale fielmente reflejada al menos en el GTA IV.
La verdad que es como si ya conocieras una ciudad en parte, porque ya la has visto de forma virtual y has conducido con Niko Bellic por muchas de sus calles.
Y aquí el helipuerto de donde salías a recorrer Nueva York en helicóptero en sus múltiples rutas que te acababan brindando un trofeo. La verdad que tanto a David como a mí, nos resultó curioso reconocer estos lugares en vivo.
Y una vez llegamos a la Whitehall Terminal Manhattan y tras esperar unos minutos, cogimos ese ferry naranja, que es gratis por un acuerdo entre las islas de Manhattan y Staten Island, y que habría de llevar cerca de la Estatua de la Libertad así como de ver New Jersey desde el mar.
Aquí el Financial District con todos sus rascacielos, en una de las cosas imperdibles como es el coger el ferry, ya sea el que tienes que pagar y te paren en la Estatua de la Libertad, o este que cogimos nosotros que no para.
La patrullera nos acompañó hasta que pasamos la Estatua de la Libertad, supongo que para evitar posibles acciones contra la famosa estatua.
Aquí el ferry naranja que ya volvía de Staten Island con el que nos cruzamos durante nuestro trayecto.
Una vez llegamos a Staten Island, subimos al mirador de la estación de ferrys para ver los edificios de la isla, entre los que destacaban estos solamente, al ser una lugar muy obrero, donde viven muchas personas que van a trabajar diariamente a Manhattan en este ferry.
Y tras esperar un rato allí, cogimos el siguiente ferry de vuelta a la gran manzana, que luce preciosa desde multitud de vistas.
Era hora de llegar al embarcadero tras este paseíto en barco, pero antes les dejo otra foto más de los rascacielos de la zona financiera.
Y allí mismo cogimos el metro para ir hasta Central Park, eso sí hay que decir que el metro de Nueva York es bastante lioso hasta para alguien acostumbrado al metro de Madrid.
Tras elegir entre multitud de líneas que circulan en paralelo por el mismo túnel, y que pasan por las mismas estaciones aunque no paren, cosa que no había visto hasta ahora, llegamos a tan famoso parque neoyorkino.
Es impresionante observar tan grandioso parque, que es muy bonito con sus árboles y lagos, pero lo más impresionante es mirar hacia el fondo y ver infinidad de rascacielos que lo rodean, sensación que se puede disfrutar en contados lugares del planeta.
También tienen un chorro de agua, que hace aún más bonito el parque, donde hay hasta semáforos para controlar el paso de viandantes y de gente corriendo o en bici.
Luego se dirá que los neoyorkinos no hacen deporte, pero vamos cuando estuvimos nosotros el parque estaba hasta la bandera de gente corriendo para mantenerse en forma, aunque también hay que decir que Nueva York es muy grande, y quizás solo sea una minoría.
Aquí otra foto con el Upper East Side de fondo, antes de atravesar de lado a lado el parque.
El Museo Guggenheim de Nueva York, el cual personalmente me pareció mucho más feo que el de Bilbao, al menos el edificio por fuera.
Después continuamos bajando por la Quinta Avenida hasta el Metropolitan Museum of Art, en donde solo entramos al hall porque no queríamos pagar los más de 20$ de entrada.
Y como no habíamos visto el homenaje a John Lennon, pues volvimos a atravesar de nuevo Central Park para ver este círculo de piedra dedicado a su persona, frente a su apartamento. Allí un fan suyo estaba contando la historia de su vida a los turistas a costa de unas pocas monedas de propina.
Y de nuevo volvimos a la Fifht Avenue para ver ese modernista edificio de Apple, al que se baja por una escalera mecánica, ya que está bajo tierra.
Tras comer en un Bocatta, seguimos andando por la Quinta, no sin antes haber preguntado David en una tienda cuanto valía un cinturón de lo más normal pero que ascendía a la friolera cifra de 52$.
En la foto de arriba, me ven a mí en chándal en la Fifth Avenue a lo más puro estilo Vicente Maroto, poniendo en duda el glamour de esta famosa calle. Siguiendo por esta avenida entramos a la St Patrick´s Cathedral que pueden ver en la imagen de abajo.
Cruzamos la 5th Avenue antes de seguir hacia el mundialmente conocido Rockefeller Center, y ya aprovechamos para coger entradas para el Top of the Rock para las 9 de la noche del día siguiente.
Después de ver la nueva tienda de Zara por dentro, que la verdad es que impresiona, pasamos por la biblioteca pública de Nueva York, antes de pararnos a descansar en el Bryant Park, donde una novia se estaba haciendo las fotos de su boda con los padrinos, madrinas y demás invitados.
Este parque pasa por ser un bonito lugar dónde sentarse a tomar la merienda que hayamos comprado disfrutando de un remanso de paz, pese a estar junto a la 42nd y la 5th Avenue.
Desde allí fuimos a la tan famosa estación donde se han rodado tantas películas, la Grand Central Terminal.
La verdad es que son increíbles los halls de esta estación repletos de gente, con un mostrador central antiguo con los horarios. Te lleva de vuelta a otra época y te mete en el papel de tantos actores a los que has visto rodar escenas en este mismo lugar.
Después de parar a que David se comprase la camiseta de Carmelo Anthony, una gorra en una tienda de deportes y un cinturón en el H&M, continuamos bajando en dirección al hotel hasta el famoso cruce de la Quinta Avenida con Broadway, en este mítico edificio triangular que hace esquina.
Continuamos nuestra caminata atravesando Union Square Park, donde vimos a esta ardilla de la imagen, antes de coger Broadway para seguir nuestro gran paseo hacia el hotel.
Aquí en Broadway encontramos un almacén con cientos de gorras y zapatillas, como se puede ver en la imagen. Impresiona mucho ver una pared entera con gorras de múltiples modelos, pero nosotros solo cogimos las dos de la imagen de abajo y una de Duke para Marcos.
Aquí nos pueden ver a mi hermano y a mí con las gorras nuevas en pleno Soho neoyorkino como dos americanos más.
Y tras parar a comprarme una camiseta de Jeremy Lin para ir al Madison Square Garden el día siguiente, por fin llegábamos al hotel, pero ante fotografiamos el puente de Brooklyn de noche como se ve en la imagen.
Aquí servidor con David, ya uniformados con las nuevas adquisiciones y las pancartas que íbamos a llevar el día siguiente. Desde luego que fue premonitoria la pancarta que hice y que aún conservo de recuerdo que rezaba "Cuidado LeBron no pierdas los anillos", ya que después de 9 temporadas James ha ganando al fin un anillo.
Y como nos habíamos quedado con hambre y habíamos visto una pizzeria italiana con muy buena pinta tras pasar por Chinatown, en la llamada zona de "Little Italy" pues allá que volvimos a comernos esta riquísima pizza de la imagen.
Tras saciarnos con una pizza familiar y otra mediana para los 3, dimos un paseo antes de comprar una botella de leche para tomárnosla ya en la habitación descansando tras un día agotador. Ya les seguiré contando!!
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