Alemania Día 5: Osnabruck-Munster-Dortmund-Bochum-Gelsenkirchen-Duisburg

El día empezaba temprano, aunque no tanto como en días anteriores, saliendo de Osnabruck dirección Munster en torno a las 10 de la mañana. Munster tiene una gran universidad como pueden ver en la imagen. Allí en Munster se firmó el 24 de octubre de 1648 en la Sala de la Paz del Ayuntamiento la famosa Paz de Westfalia.


El pueblo tiene 5 iglesias entre diferentes cultos religiosos, y justamente cuando estábamos por allí entraba la gente a una iglesia u otra dependiendo de creencias, ya que era domingo santo todo sea dicho.

Aquí una de las tantas iglesias que les he dicho. Pero además de estos lugares de culto, también había algún que otro rincón entrañable a la orilla del río, así que merece la pena pasar a ver este pueblo.


Y desde allí fuimos hacia Dortmund, ya en la cuenca del Rhur y como casi todas las ciudades colindantes bastante fea por cierto. Quizás una de las cosas más impresionante sea esta parada de metro junto al centro.


Había alguna que otra iglesia bonita, pero para que vean el bajo nivel de belleza de la ciudad decirle que ese edificio del fondo, llamado la U de Dortmund, una antigua fábrica de cerveza cerrada hace muchos años.


Aquí una de las iglesias que salvan algo la visita a Dortmund, ya que el nuevo Ayuntamiento por ejemplo es algo que ni si quiera es digno de ser fotografiado.


Así que si no van por esta zona al noroeste de Alemania por motivos deportivos como ir a visitar estadios de fútbol o ir a ver algún partido del Schalke, Borussia o incluso del Bochum mejor que no pierdan el tiempo. Aquí precisamente en el campo de mi equipo alemán favorito por mucho que el Bayern de Munich le amargue muchas noches europeas al Real Madrid, el Signal Iduna Park del Borussia de Dortmund.


Por mucho que le duela a Javito que seguro que me lee y que es acérrimo seguidor del Schalke, el Borussia es vigente campeón de Bundesliga y Copa, y esperemos que la temporada que viene llegue lejos en la Champions con el refuerzo de Reus.

Y a pesar de una feria en un palacio de congresos enfrente del estadio, conseguimos abandonar esa ratonera de coches y proseguir con la visita cultural por los estadios alemanes, para ir a Bochum, al Rewirpowerstadion, donde pudimos comprar alguna bufanda. 

El Bochum que puede ser el primer equipo oficial de la historia del fútbol no se encuentra precisamente en horas altas transitando sin pena ni gloria por la 2 Bundesliga.


La verdad que como había partido no me habría importado quedarme a ver el Bochum-Karlsruher, pero teníamos las entradas ya compradas para un Schalke-Hannover con algo más de nivel. Tras aparcar en el parking gratuito de tierra junto al Veltins, fuimos al McDonald cercano para ir al baño y beber algo.

Ya en el coche y como habíamos ido preparados, pues comimos un sandwich acompañados de unos tercios del Lidl que me supieron a gloria aún sin estar demasiado fríos. Pasadas las 2 ya nos dirigimos hacia el estadio para ir entrando y presenciar el ambiente.


Arriba mi padre una de las pocas veces que pisa un campo de fútbol durante el año, y abajo la camiseta gigante que sacaron los fans del Schalke antes de comenzar el partido durante la salida al campo de los jugadores.


Como creo que ya os he dado bastante el coñazo hablando de fútbol, os dejo muchas más fotos y vídeos de ese Schalke-Hannover del día 8 de Abril de 2012 pinchando aquí para quien le interese.


Arriba con el campo de fondo y con la sudadera del Atlético debajo, y en la foto de abajo el jefe con la salchicha que no le deje comer en Bremen y que pudo degustar tras el partido. Así por lo menos no se vino de Alemania sin haber comido salchichas...


Desde el campo y tras esperar casi una hora para salir del parking debido al gran atasco que había, durante el que nos regalaron unas cervezas sin alcohol cortesía de Veltins, fuimos a una antigua mina que ha sido rehabilitada para exposiciones.


La verdad que es curioso ver esta mina Nordstern, y más cuando nunca en mi vida había estado en una. En la foto de abajo las escaleras mecánicas que han puesto para subir a un mirador desde el que se ve la mina entera desde arriba.


Y ahora ya sí que tocaba ir hacia Duisburg, donde teníamos el hotel para dormir. Tras dejar las maletas en nuestro Mercure Hotel Duisburg City, fuimos a ver el centro que nos pillaba junto al hotel. En la foto de abajo el teatro de Duisburg.


Aquí una estatua en una fuente en la plaza de tiendas que hay, eso sí al ser domingo y por la noche estaban evidentemente todas cerradas incluso muchos restaurantes.


Ya yendo hacia el río pasamos por el Ayuntamiento (imagen) y por la Salvatorkirche, una iglesia llamativa desde fuera.


Aquí está el puente que sale en cada folleto que anuncie la ciudad de Duisburg, el Schwanentorbrücke que es un puente elevadizo que por lo que pudimos ver lleva muchos años sin levantarse eso sí.


Ya volviendo al hotel al pasar junto a unos barcos turísticos en su día pero ya abandonados, amarrados junto al puente, tuvimos el dudoso honor de ver una rata de gran tamaño. En la imagen de abajo el gasómetro de Duisburg, algo habitual en la cuenca del Rhur.


Seguimos nuestro camino al hotel por la gran plaza de tiendas por la que habíamos venido, y en una de sus perpendiculares encontramos una tienda donde comprar leche para tomarme un vasito antes de irme a dormir. Después pasamos por un centro comercial muy nuevo, tan nuevo que en Google Maps salen las grúas construyéndolo, donde nos tomamos un helado delicioso en una heladería italiana que era de lo poco abierto.

De esta manera transcurrió nuestra última tarde en Alemania, ya que al día siguiente tocaba ver Monchengladbach, Ratingen e incluso ir a Venlo (Holanda) antes de volver desde Dusseldorf (Weeze) con Ryanair hasta Madrid. Ya les contaré!

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