Empezaba el día con un desayuno no demasiado variado, pero por lo que nos costó el hotel tampoco era para ponerse en plan exquisito. Tras desayunar y como el estadio del Oporto nos pillaba cerca, decidimos hacer una parada en nuestro camino hacia Moreira de Cónegos.
Este Estadio do Dragão pasa por ser uno de los estadios más modernos de Europa, ya que fue construído para la Eurocopa de 2004 en Portugal, pero que fue inaugurado el 16 de noviembre de 2003 en un partido amistoso contra el FC Barcelona en el que ya empezaba a deslumbrar el mejor jugador del mundo Leo Messi.
Como no puede ser de otra manera y haciendo gala a su nombre, en la foto de abajo me pueden ver con el dragón o dragão en portugués luciendo esa sudadera del supercampeón de Europa, el club Atlético de Madrid.
El estadio para más de 54.000 espectadores es un tanto raro, ya que en los fondos la grada es muy baja e incluso desde fuera de las verjas del estadio se pueden ver las dos porterías. Por lo demás el diseño del estadio con el techo muy moderno obra del portugués Manuel Salgado me gustó bastante.
Los dos atléticos haciendo patria allá por donde vayamos, Carlos y servidor delante de la puerta principal de este estadio de categoría 4, en el que no hace demasiado el Atlético cayó eliminado de la Champions la última vez que superó la liguilla.
Como nota curiosa este dibujo que emula a un Lego con la equipación del Oporto y que se encuentra bajo el puente más cercano a la puerta principal por si quieren ir a verlo.
Tras pasar por Moreira de Cónegos para comprar 3 entradas para el Moreirense-Benfica de Taça Portuguesa que se iba a disputar esa misma noche a las 21:30 en el propio Estadio Comendador y unas bufandas del Moreirense, aprovechamos para tomar algo en un bar justo enfrente del estadio en el que conocimos a los hijos de la dueña del bar que resultaron ser muy majos al igual que algunos de los 5828 habitantes de este pequeño pueblo que se encontraban esa mañana tomando algo allí.
Ya volveremos sobre el ambiente en Moreira y sobre el partido de fútbol más tarde, pero desde allí y en nuestro viaje hasta Guimaraes, íbamos a hacer una parada en otro pequeño pueblo, el de Paços de Ferreira, para ver el Estadio de Mata Real de la foto de abajo.
Tras echarnos unas risas viendo el entrenamiento del equipo y cantando algún "Atleti, Atleti" que sorprendió a los jugadores, entramos a la tienda del estadio a comprar una bufanda de recuerdo de este humilde club que marcha cuarto en la Liga Portuguesa.
Ya volviendo al coche, tocaba una foto con el escudo del Paços de Ferreira sosteniendo la bufanda recién comprada de este equipo que lucha por sobrevivir en Liga Sagres, pero en el que uno de sus jugadores, supongo que el ex-Roma Vitorino Antunes si tenía para comprarse un Porsche Panamera que vimos en el aparcamiento del estadio.
Y seguimos nuestro camino hacia Braga, hacia ese estadio tan extraño que está incrustado en el monte y cuya entrada como pueden ver está a unos 200 metros de la grada. No podía ser otro que el
Estádio Municipal de Braga que al igual que Do Dragao también fue inaugurado en 2003 para la Euro.
Tras ver lo poco que se podía del estadio, fuimos al centro de la ciudad para dejar el coche en un parking situado junto a la Plaza de la República. Aquí con Carlos en otro de los magníficos templos barrocos que se encuentran en esta pequeña ciudad de gran actividad religiosa, el de Los Congregados, atribuido a André Soares y que se acabó de construir en el siglo XX.
Seguimos nuestro paseo yendo hacia la Catedral de Braga, esa Sé de Braga, que está considerada como un uno de los más importantes templos del románico portugués y cuya construcción data del siglo XI.
Recorriendo la ciudad llegamos a la iglesia de la Santa Cruz con su espectacular fachada en piedra labrada construida en el siglo
XVII en estilo barroco
manierista, para seguir hasta la Igreja Hóspital de Sao Marcos con su templo barroco en el centro y dos torres campanario a los lados,
y cuya fachada simétrica y característica del barroco portugués está rematada en una balaustrada sobre la que se erigen
múltiples esculturas de granito.
Tras salir por el Arco de Puerta Nueva comimos de menú en un restaurante en el que se incluía un bacalao con patatas muy rico, pero no recuerdo el nombre y el Google Maps con Braga no hace bien su trabajo así que no les puedo decir.
Después de comer subimos al Bom Jesús do Monte en funicular tras dejar el coche abajo. Creo recordar que por 2,40€ subes y bajas a este santuario desde donde se observan unas vistas magníficas de la ciudad de Braga y donde se supone que ya desde 1373 existía una capilla dedicada a la Santa Cruz convirtiéndose ya desde entonces en un lugar de peregrinaje.
Había antes otra iglesia pero se demolió y se construyó esta nueva siguiendo un
estilo neoclásico, a cargo del arquitecto Carlos Amarante, y en cuyo decorado interior de comienzos del siglo XIX destaca el retablo principal está dedicado a la Crucifixión de la imagen de abajo.
Junto a la nueva Iglesia se construyo un parque en el que se encuentra esta preciosa gruta además de una cascada y bonitos árboles como el de la imagen que forman un pequeño bosque.
Este santuario tiene unas impresionantes escaleras barrocas que suben al visitante hasta los 116 metros de altura si es que no quieren usar el funicular. El tramo que se ve es el tercero de escaleras que al igual que los 2 anteriores también sigue un patrón zigzagueante y que está dedicado a las Tres Virtudes Teologales: Fe, Esperanza y Caridad, y cada una de las virtudes tiene una fuente
El día no era el mejor para disfrutar de los jardines ya que empezó a llover, así que volvimos a utilizar ese Elevador do Bom Jesús que se construyó en 1882 y que fue el primero de su clase que se construyó en la Península Ibérica para que nos volviera a dejar abajo y ya coger el coche, ya que al ser noviembre anochecía en torno a las 6 y aún nos quedaba por ver Guimaraes.
Así que ya ultimando las últimas horas de sol llegamos a Guimaraes, donde nuestra primera parada iba a ser el Estadio Dom Alfonso Henrique, estadio donde el Atleti tuvo que jugar el año pasado una eliminatoria previa de la Europa League y que acabó con 6-0 en el global para los rojiblancos.
Aparcamos en el centro comercial San Francisco que está situado junto al centro y empezamos a patear esta ciudad que ha sido durante 2012 capital europea de la cultura junto con Maribor en Eslovenia, como bien queda claro en esta foto con el símbolo que decoraba el centro recordando este detalle junto a la Biblioteca Municipal Raúl Brandao.
Guimaraes tiene un centro histórico pequeño
y fácil de recorrer a pie, pero entre sus calles y plazas cabe destacar la Praça de San Tiago, que es precisamente donde se encuentra una de las dos oficinas de turismo de la ciudad. Como ven en la foto de más abajo, es una plaza empedrada, rodeada de antiguas casas de piedra con
balcones de madera de tres alturas e incluso algunas están inclinadas debido al paso del tiempo.
Tras llegar hasta el Jardim do Carmo y
ver desde la distancia el Palacio de los Duques de Braganza, nos fuimos
volviendo hacia el coche quedándonos sin ver la Igreja da San Miguel do
Castelo o el propio Castillo, ya que ya era demasiado tarde para verlo
al ser la última visita a las 5. Para la siguiente visita sin duda que es una visita obligatoria este Monumento Nacional.
Ya volviendo pasamos junto a la Igreja de Nossa Senhora da Oliveira situada en la Plaza del Largo Oliveira, que también al igual que la Plaza de San Tiago se caracteriza por casas de piedra con balcones de madera que hacen de esta ciudad un lugar entrañable con sus coloridas y bonitas casas.
Impresionante fue también ver en una televisión de un bar según íbamos paseando la cantidad de disturbios que habían ocurrido el día anterior en Lisboa tras una manifestación tras los recortes del gobierno portugués que como pudimos comprobar esos días están dejando en la miseria a miles de portugueses como comentábamos con otro viandante.
Para volver al coche pasamos por el Largo da República do Brasil en el que se encuentra la bonita Igreja dos Santos Pasos al fondo de esta avenida en la que está ubicado el centro comercial San Francisco donde habíamos aparcado el coche.
Para volver al coche pasamos por el Largo da República do Brasil en el que se encuentra la bonita Igreja dos Santos Pasos al fondo de esta avenida en la que está ubicado el centro comercial San Francisco donde habíamos aparcado el coche.
Antes de irnos llenamos el coche de cervezas y de comida en el supermercado Froiz del centro comercial, ya que como ya les he dicho más de una vez, la Super Bock es una de mis cervezas favoritas, y cada vez que voy a Portugal me gusta traerme a Madrid al no ser fácil encontrarlas aquí.
Ya en el bar de la familia mencionada con Ricardo Ribeiro, portero titular del Moreirense pero que esa noche al tratarse de un encuentro de la Taça (Copa Portuguesa) descansaba. Tras estar un buen rato charlando de fútbol con él, sobre elegir entre De Gea o Courtois, sobre el Atleti o sobre los salarios de los jugadores del Moreirense, nos enseño en su móvil como paraba un penalty a Bojinov la semana anterior. Un auténtico paradón para un portero joven que apunta maneras aunque igual no es demasiado alto como pueden ver en la foto.
Tras tomarme un par de tercios a 0,85€ cada uno ya que luego tenía que conducir, pasamos a los refrescos mientras íbamos conociendo a más aficionados del Moreirense que se acercaban a saludarnos ya que no están muy acostumbradas a que los extranjeros vayan por allí.
Así que tras tomarnos el bocadillos que nos habíamos preparado con el embutido que llevamos desde Madrid todo sea dicho, entramos al campo con un chaval que conocimos en el bar y que pese a empezar picando con el Real Madrid luego era muy majete.
Así que allí estábamos tres atléticos en plena grada local con los aficionados más entusiastas del Moreirense animando a un equipo del que desconocía su existencia 5 días antes, y que encontramos al buscar un partido que coincidiese con esos días que íbamos a estar en Oporto.
La verdad que no se puede decir nada malo de este equipo y su
afición, gente muy simpática que hacía lo posible y lo imposible por
entenderte, por tratarte bien y que encima te invitaba a cervezas a 1€ dentro del estadio, algo sorprendente en cualquier otro estadio en cuánto a precio y en cuánto a alcohol si comparamos con España. Lo
dicho uno de los mejores momentos del año, y que ha hecho que ahora siga
al Moreirense desde la distancia en su lucha por mantenerse en la Liga Sagres.
Era un partido en el que no íbamos a poder ver al ex-Atleti Toto Salvio ya que se había ido concentrado con Argentina, pero que iba a suponer la vuelta de Luisao a los terrenos de juego tras 2 meses de suspensión por agredir a un árbitro en un amistoso en Alemania.
Y a pesar de que hubo emoción, el Benfica era a priori superior y a pesar del empuje del Moreirense y del apagón que hubo en el estadio que me recordó al del Rayo-Real Madrid, las águilas ganaron por 0-2 ante unos 3000 benfiquistas que presenciaron el partido.
Yo siempre he sido del Benfica más que de cualquier otro equipo portugués pero la amabilidad, la cercanía, las ganas de este pequeño equipo portugués llamado Moreirense hacen que tenga para siempre un hueco en mi corazón y que la próxima vez que vaya por Oporto y coincida me pase por este pequeño pueblo llamado Moreira de Cónegos para ver otro partido del Moreirense en ese Estadio Comendador de las imágenes.
Tras despedirnos de los amiguetes que habíamos hecho tocaba volver a Oporto, y aunque tardamos más de media hora en abandonar la ratonera en que se convirtió los aledaños del estadio, para las 12 y media ya estábamos en el hotel.
Esto ha sido todo, en la próxima entrada les contaré acerca de Aveiro, Palheiros de Costa Nova
o Coimbra.
Espero que los Reyes Magos se hayan portado bien con todos!!
PD: Yo por mí cambiaba a Asenjo por Ricardo Ribeiro para el Atleti!!
Espero que los Reyes Magos se hayan portado bien con todos!!
PD: Yo por mí cambiaba a Asenjo por Ricardo Ribeiro para el Atleti!!
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