Viaje a Noruega: 2º día Karasjok-Kautokeino-Karesuando-Kiruna-Jukkasjarvi

El día empezaba levantándose a las 7 y media para ducharme y bajar a desayunar a las 8, ya que a las 9 nos íbamos de Karasjok. Desayunamos fuerte ya que era de buffet, así que probé por primera vez los arenques (muy ricos por cierto), y además de eso tomé un poco de salmón, tortilla y un poco de embutido. También nos pusieron unos croissants recién hechos que estaban buenísimos. 


Como curiosidad decirles que este fue uno de esos días en los que visitas 3 países en el mismo día, y en nuestro caso desayunamos en Noruega, comimos en Finlandia y cenamos en Suecia. 

A las 9 nos pusimos en marcha, no sin que a mi padre casi se le olvidase entregar la llave de la habitación incluso aunque estaba en un llavero grande de cuerno de reno. Durante nuestro camino hacia Jukkasjarvi, lugar dónde habríamos de dormir, vimos multitud de lagos como el de la foto. Como parada para descansar estuvimos viendo la Jhuls Gallery de Kautokeino, todavía en la Laponia Noruega, y donde vendían joyas, pieles, etc. 


Como nos dejaron más de una hora de tiempo libre, y ya habíamos acabado de ver la galería, pues servidor, mi hermano y mi padre nos fuimos a un trampolín de esquí cercano, desde donde apreciamos la extensión de Kautokeino, y desde donde se veía perfectamente los serpenteos del río.


Desde Kautokeino continuamos por la 93 hasta Karesuando (Finlandia) donde comimos unas patatas fritas de bolsa por el módico precio de 3,5€ y unas pocas galletas, ya que por ejemplo una hamburguesa costaba 8,5€ y un plato combinado 14€, y no tenían demasiado buena pinta. Además que a la 1 y 30 de la tarde después de un buen desayuno como el que me había tomado pues no tenía demasiada hambre la verdad.


Como se ve en el cartel del sitio para comer donde paramos hacia demasiado buen tiempo para mi gusto, ya que 30 grados tanto en Noruega como en Finlandia no es una cosa ni medio normal. Después de ver una tienda de souvenirs que había allí a las 14,45h partimos hacia Kiruna, dónde habríamos de dejar a 18 compañeros de viaje que hacían un circuito parecido pero algo diferente, quedándonos únicamente 12 valientes. 


A las 5 nos dejaron a los 12 en la catedral de Kiruna (ya en Suecia), mientras iban a llevar a los otros 18 a su hotel, así que nos despedimos de Pili y Jesús, a quienes ya volveríamos a ver más tarde. Como teníamos tiempo hasta las 6 pues estuvimos viendo la iglesia por dentro, y es curioso ver que aunque sea un catedral moderna, es bastante bonita ya que está hecha entera de madera por dentro. Ya que aún era temprano para irse, fuimos de compras y nos compramos mi hermano y yo 2 camisetas por 300 coronas suecas, lo que equivaldría a 32 euros. 


A las 6 nos recogieron para llevarnos a dormir a Jukkasjarvi, un pequeño pueblo precioso cercano a Kiruna, dónde nos alojamos en el Ice Hotel, que como su nombre indica es un hotel de hielo, eso sí en invierno. Después de dejar las maletas en nuestra casita número 3, con capacidad de 7 habitaciones, nos fuimos a dar un paseo por el pueblecito.

Así que mientras íbamos a ver una pequeña iglesia al final del pueblo, y nos asomábamos a ver el río Torne nos cayó una tromba de agua encima, y nos tuvimos que refugiar en una marquesina del autobús para no calarnos. Ya cuando escampo un poco volvimos a la habitación a ducharnos y cambiarnos de ropa para bajar a cenar a las 8 y media.



El cocinero de este tranquilo y exquisito restaurante del Ice Hotel  en el que cenamos además de deleitarnos con una ensalada de tomate, canónigos, salmón y pepino de primero; reno en salsa de pimienta con patatas asadas de segunda; y helado con arándanos de postre, hablaba español y se acerco varias veces a preguntarnos sobre si habíamos comido bien, y a mi madre que no le gusta la pimienta, le hizo el reno sin salsa; es decir un restaurante muy recomendable en una localización maravillosa y tranquila.


Después de cenar nos acercamos al Ice Bar, dónde a pesar de ser verano tenían las mejores habitaciones del Ice Hotel del invierno conservadas en un enorme pabellón frigorífico. En el bar se bebía en vasos de hielo mientras disfrutabas de una serie de preciosas figuras en hielo o en nieve, e incluso de una Harley Davidson metida en un gran bloque de hielo.


Después de ver el Ice Bar dimos otra pequeña vuelta por la orilla del río, estuve mirando gracias al wifi del hotel mi última nota que me quedaba por saber, y a las 11 y 15 nos fuimos a dormir, pues ya sabe uno que estos viajes de un día aquí y otro allí, y encima madrugando acaban agotando si no duerme uno bien. 

PD: Mañana mi tercera etapa del viaje!!

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